Corrientes Esteros de Iberá Hoteles

Experiencia Iberá: Ñandé Retá

La atención en el servicio y en los detalles completan un acercamiento a la naturaleza único

La Colonia Carlos Pellegrini está dentro de la Reserva Natural de los Esteros del Iberá, es por esto que las plazas para alojarse son muy limitadas. No existen hoteles con el concepto clásico de habitación con desayuno. Los que lleven su propia tienda podrán elegir por quedarse en el camping municipal a orillas de la laguna, que es, sin dudas, uno de los más lindos del país. Pero la mejor experiencia pasa por elegir los servicios que ofrecen los lodges: una propuesa integral que reúne alojamiento de calidad, cuidada gastronomía y los mejores guías para descubrir este refugio de la naturaleza.
Hace más de 20 años la familia Noailles se enamoró de una amplia arboleda, única en medio del pueblito, donde construyeron una cabaña para compartir lo que llamaron Ñandé Retá que en guaraní significa “Nuestro Lugar”.
A esa cálida casa principal de troncos y piedra, con un espectacular lobby en doble altura con chimenea, luego se sumaron las habitaciones en galería con vistas a la piscina, que acoge a los huéspedes en las calurosas tardes de verano. Desde el desayuno hasta la cena, todas las comidas están pensadas para disfrutar de ese momento de encuentro, en el que se reviven las experiencias recientes de los safaris maridadas con sabores y aromas caseros. Para que todos los huéspedes se sientan a gusto, el menú diario se exhibe en una pizarra brindando la posibilidad de acordar con las cocineras, algún cambio para ajustarlo al paladar de los comensales. Manteniendo siempre el uso de productos frescos.
Son los detalles como los rincones exquisitamente decorados en las galerías para pasar horas de descanso o lectura y también los servicios que no se ven, pero suplen la pobre infraestructura de la Colonia, los que hace que la estadía en Ñandé Retá sea parte fundamental para una relajada y armoniosa experiencia en los Esteros. Por ejemplo, mimetizada en el amplio parquizado que rodea la casa central, nos encontramos con una pequeña estructura con techo a dos aguas y paredes levantadas con antiguas botellas de ginebra (sí, esas verdes cuadradas). En el interior, un peculiar luminosidad nos devela los elementos para el planchado de las blancas sábanas que, a metros se secan al sol, dejándoles impregnado un aroma único.
Ñandé Retá recibe a huéspedes durante todo el año para descubrir la Laguna Iberá y vivier un encuentro con la naturaleza fantástico.

+info: nandereta.com.ar

 


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