El nombre del restó se desprende del Sette MoMA, restaurante italiano del Museo de Arte Moderno de Nueva York, donde su chef y creador Daniel Hansen se perfeccionó durante más de 3 años; y de Baco, dios romano del vino y de la inspiración poética. Ubicado en una antigua casona colonial del siglo XIX de grandes espacios, la ambientación está dada una mezcla de objetos y muebles familiares con historia. Colección de recuerdos que se completa con candelabros, pequeñas bicicletas y otros objetos de hierro, creaciones propias del chef, forjadas en el taller montado en la terraza. La amplia distancia entre mesas genera un clima distendido. Además, cuenta con dos sectores Vip para hasta 8 personas y un salón privado para 50 personas en la segunda planta, ambientado con arañas de Murano y cortinados que emulan el Carnaval de Venecia con toques del Carnaval de Jujuy, provincia donde nació y se crió el chef. La atención, muy cuidada y amable. Por supuesto, es el mismo el chef quien se acerca mesa por mesa para conocer la opinión de los comensales.
Más info: www.settebacco.com.ar